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Santiago de Compostela, meta del Camino - SamantaXelmundo

26 Jun Santiago de Compostela, meta del Camino

La ciudad que tardó más de mil años en construirse tiene encantos en cada rincón que conozcas. Santiago de Compostela fue el tercer destino de los peregrinos cristianos en la Edad Media, despues de Jerusalén y Roma. Con sus calles de laberinto, rodeado de iglesias, conventos y monasterios, el casco histórico fue declarado por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad.

Comenzamos el recorrido por la Catedral. Aquí mismo se hallaron los restos del Apóstol Santiago y sus discípulos a comienzo del siglo IX, donde se construyó un santuario. Y a partir de 1075, lo que hoy podemos apreciar, la Catedral de Santiago. Sus dos torres barrocas apuntando al cielo, con altura de 74 metros, son el punto alto de la Catedral. Lamentablemente desde el 2014 y hasta el 2016 la visión de la misma por fuera pierde algo de encanto por los arreglos que están realizando a las torres.

Vale la pena recorrer las diferentes capillas, visitar el Museo y el tejado para apreciar una de las mejores vistas de la ciudad. No podemos perdernos el Altar Mayor, por detrás los visitantes pueden abrazar la estatua del Apóstol Santiago, la Porta das Praterías, la Cripta y el Pórtico da Gloria.

La ciudad santa, sede episcopal desde mace mil años y ciudad universitaria desde hace más de 500, es la meta del Camino de Santiago para peregrinos de todo el mundo.

En la Praza do Obradoiro, llamada así por los talleres (obradoiros) de canteros que trabajaban en la Catedral, se asoman las fachadas del Hospital Real, el Palacio de Rajoy, el colegio San Jerónimo y la fachada de la Catedral.

Desde la Praza das Praterías, con la fuente de los caballos en el centro, se puede disfrutar de la única fachada original de la catedral donde se puede acceder desde las escalinatas. La plaza sur tiene el nombre de las Platerías por los talleres de plateros situados en la Edad Media en los bajos del claustro.

En la Praza da Quintana se encuentra la puerta Santa (también llamada del Perdón), que sólo se abre durante los Años Santos, y el monasterio de San Pelayo de Antealtares. Esta plaza se divide en dos, la Quintana dos Vivos en la parte alta de la escalinata y la Quintana dos Mortos en la parte baja, que fue cementerio en la antigüedad.

La Praza da Inmaculada es donde se encuentra la puerta con el gran escudo de España, con sólidas columnas. Y la Praza da Acibechería es otra de las grandes fachadas que permite entrar a la Basílica por el lado norte.

La Plaza de Galicia conecta la zona vieja de la ciudad con la moderna. Si caminamos por una de las calles que salen desde la plaza, Rúa Fonte de Santo Antonio podemos recorrer la antigua circunvalación de las murallas entre edificios religiosos, y por la misma calle podemos llegar al Mercado de Abastos.

Por la vía As Rodas llegamos al hospital y a la capilla San Roque, fundado en el siglo XVI para atender a los peregrinos enfermos, donde actualmente se encuentra el Instituto Padre Sarmiento con una de las bibliotecas gallegas más relevantes.

En el paseo que une el Parque de la Alameda con la Puerta Faxeira encontrarás una estatua muy llamativa, las dos Marías, dos personas reales de la historia de Santiago del siglo XX, como muestra de cariño que despertaban. Se dice que las hermanas costureras paseaban por el parque con la esperanza de encontrar algún estudiante con quien casarse.

En el Parque, de unos 80.000 metros cuadrados, podrás encontrar la estatua de Ramón María del Valle-Inclán, el  poeta y novelista español. Las vistas de la ciudad  histórica desde aquí son preciosas.

Un lugar que recomiendo ir a comer es el “Restaurante Los sobrinos del padre. La casa del Pulpo“, un bodegón que ha ido de generación en generación. La pulpería más antigua de Santiago, fundada hace 130 años por el cura Benito, que actualmente la siguen llevando familiares del cura. Está en la calle de la fuente de San Miguel 7.



Una Periodista en Zapatillas

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